08 mayo 2005

Después de la tormenta...

José Luis Quiroz Campos

Un fraternal y solidario abrazo a quienes
hacen posible la revista
Proceso

Las palabras de aliento después de la censura
son como el sol tras el aguacero

Johann Wolfgang von Goethe

El cuadro social de alguna forma se ha recompuesto, la polarización de las relaciones sociales han disminuido al grado que se ha dado la calma después del que el proceso de desafuero ha llegado a una fase de suspensión provisional del proceso, y es que si bien es cierto que aunque se mantienen los señalamientos de presunta responsabilidad, la misma autoridad se contradice cuando menciona que no existe penalidad para lo señalado y es que “Después de una nueva revisión del caso El Encino -que duró menos de una semana- y tras sostener que Andrés Manuel López Obrador es ''probable responsable'' de haber violado una suspensión definitiva, la Procuraduría General de la República (PGR) determinó ayer ya no ejercer acción penal en contra del jefe de Gobierno del Distrito Federal, con el argumento que para el eventual delito que se le imputa (violación a la Ley de Amparo) no hay una penalidad específica en la legislación mexicana” (05/05/2005, La Jornada en Internet).

De alguna forma se siguen realizando los señalamientos de la probable responsabilidad, situación que jamás se ventilo de manera clara, y que produjo la movilización de la ciudadanía al ver amenazados los derechos civiles.

Los mas interesados eran, los partidos políticos mostraron su posición a favor en torno al desafuero, fue evidente la relación que se estableció entre el PRI y el PAN, de alguna forma compañeros de viaje que no sabían cual seria el destino o al menos la siguiente parada, a ojos de la sociedad se veía que harían todo lo posible por tensar el ambiente social y económico, tal parecía que las lecciones de otros países parecían importarles poco, que las voces de adentro y de afuera las escucharan todos menos aquellos que estaban empecinados en llevar hasta sus ultima consecuencias un acto legal pero ilegitimo como lo era el proceso del desafuero.

Y solo existía la evidencia clara de la falta de pericia para la solución de problemas, y la inexperiencia y falta de tacto que ha mostrado el actual gobierno federal, por ello nos damos cuenta que estamos precisamente en el proceso de aprendizaje aunque algunas de las veces como me comentaba una bloguera española llamada Lua que me escribía diciendo que
Algun@s, aunque repitan la asignatura de gobernar mil veces, no aprenderán ni de sus propios errores, una reflexión contundente ya que los ciudadanos encargados de la función publica deberían de esmerarse por realizar un trabajo con eficacia, eficiencia y calidad, y esa falta de oficio, se hace evidente cuando se manifiestan los enojos y señalamientos de aquellos que por un momento fueron compañeros de ruta, pero que se quedaron solos en el camino.

Por eso la tormenta social que ha atravesado México y que había hecho que se confrontaran los ánimos y que se percibieran caldeados, pero que ya han disminuido, y con ello las confrontación también, asumiendo la ruta del dialogo de la tolerancia y del respeto por el adversario, que no enemigo, ya que se debe de pasar de la confrontación estéril a la búsqueda de soluciones para los infinitos problemas por los que atraviesa el país.