15 marzo 2010

Tecamachalco en el centenario de la revolución (1 de 2)

Una historia no es sólo verdad cuando se narra cómo ha sucedido,
sino también cuando relata cómo hubiera podido acontecer
J. Mario Simmel

La historia entendida como ciencia que se basa principalmente en hechos sociales del pasado y que a su vez de las situaciones que se desarrollan a través del tiempo y que se conoce por medio de libros, imágenes, documentos históricos tienen gran relevancia en el entorno en que se producen. En este año que transcurre 2010 y aproximadamente hace 100 años se dieron hechos trascendentales en el municipio de Tecamachalco, y que se van conociendo a partir de la destacada y brillantísima labor que esta llevando a cabo la Lic Guadalupe Cuatmazi Cortes a partir del rescate del archivo municipal de Tecamachalco donde ha encontrado en fuentes documentales primarias sobre todo correspondencia, información valiosísima que dan cuenta del estado de cosas que se suscitaron en la época revolucionaria en el estado de Puebla y sobre todo en el municipio de Tecamachalco.

Comparto con ustedes parte del trabajo Reseña histórica del inicio de la revolución Mexicana en el estado de Puebla y el municipio de Tecamachalco de Guadalupe Cuamatzi Cortés y que mejor manera de refrendar respeto y admiración por los personajes en gran medida desconocidos, que vivieron e incidieron en la vida social y política de Tecamachalco.

"Los años del porfiriato habían traído una calma relativa y un crecimiento económico al país, pero los frutos de estos éxitos beneficiaban solo a una pequeña elite nacional y extranjera mientras la mayoría de la población se veía cada vez mas marginada, incluso algunos sectores de la clase media resentían el cerrado sistema político y social de aquellos años. Para algunos sectores de la sociedad ese progreso fue incluso como una maldición; la explotación despiadada de los trabajadores tanto en industrias urbanas como en las haciendas agrícolas constituyeron un mundo de miseria que no se alcanzaba a ocultar con el brillo de la riqueza porfirista.

El gobernador del estado de Puebla durante la última década del porfiriato fue el General Mucio Martínez descrito por sus contemporáneos e historiadores como arbitrario, corrupto, duro e impopular. Su práctica de gobierno no fue un caso aislado en el porfiriato, por el contrario representaba las características de un típico gobernador porfirista, por ello su gestión fue generando focos de rebeldía, aislados al principio y generalizados al final de sus gestión.

Durante 1909 y 1910 la actividad política en el estado se intensifico por el nacimiento de los movimientos políticos nacionales de oposición: el reyismo y el maderismo. Pero fue el maderismo el que creció en el estado tanto, que para finales de 1909 ya se contaban más de 2 000 miembros de los clubes antireleccionistas simpatizantes de Madero, su principal promotor y líder fue Aquiles Serdán. Estos clubes se formaron en la ciudad de Puebla y en diferentes partes del estado como Atlixco, Cuahutlancingo, Metepec, Tehuacan y también Palmar de Bravo y Tecamachalco. La represión del gobierno de Mucio Martínez no se hizo esperar.

En la ciudad de Puebla y en otras zonas del estado como Atlixco y Cholula las aprehensiones ilegales y el hostigamiento a los simpatizantes de Madero fue constante durante la segunda mitad de 1909 y todo 1910. Algunas familias de Puebla prefirieron incluso dejar sus casas e irse de la ciudad después de los allanamientos ilegales de que fueron objeto. Aquiles Serdán y varios de sus colaboradores más cercanos fueron presos en varias ocasiones durante este periodo sin que se les levantara ningún cargo. Aunque Madero se mostró preocupado por el trato que recibían sus seguidores en Puebla y escribió cartas a Porfirio Díaz para tratar de intervenir a su favor sus esfuerzos fueron en vano. El gobierno del estado estaba decidido a intimidar cualquier expresión de apoyo a Madero en vísperas de las elecciones presidenciales de junio de 1910.

Como era de esperarse la elección presidencial fue manipulada para asegurarse de que Madero solo recibiera un mínimo de votos. El día de la elección muchos antireeleccionistas no aparecieron en el padrón de electores, las mesas de votación fueron en muchos casos abiertas antes de tiempo, ubicadas en residencias particulares y algunas ni siquiera se abrieron para evitar que participaran los maderistas. Las tropas federales controlaban las calles, las azoteas y los lugares de votación, arrestaban a los votantes de oposición y en algunos casos obligaban a punta de bayoneta a votar por los candidatos oficiales. De manera que, oficialmente, Madero recibió en Puebla 3 votos contra 1772 a favor de Porfirio Díaz. Al protestar los clubes antireeleccionistas por las anomalías registradas en todo el estado durante las elecciones, las autoridades fueron inmediatamente tras los líderes y la persecución fue tal que hasta funcionarios públicos alineados al gobierno renunciaron a sus cargos en protesta por las brutales detenciones."

Hasta aquí la cita de esta reseña en su primera entrega, ya que su importancia radica situar a los ciudadanos en el contexto en que se desarrollaba el gobierno porfirista generando un supuesto crecimiento económico que en verdad solo privilegiaba a la clase pudiente de ese entonces a costa de la clase mas desprotegida, situación que se desarrollaba en un contexto de aparente calma pero que la elección presidencial del año 1910 vendría a generar una efervescencia social originando que se empezaran a dar los primeros brotes de descontento que anhelaba un cambio de rumbo y que la figura de Madero haciendo que convergieran ciudadanos bajo el principio antireeleccionista, sobre todo de gente de a pie en Tecamachalco que por manifestar su simpatía por el maderismo sufriría graves consecuencias. .

Esta historia continuara…