22 febrero 2006

La perdida de credibilidad en tiempos de audio

José Luis Quiroz Campos*

La verdad levanta tormentas contra sí
que desparraman su semilla a los cuatro vientos
”.
Rabindranath Tagore

La percepción de la política entre la ciudadanía, siempre ha generado un sentimiento de franco y amplio rechazo, en estos días el cuestionamiento de la clase política, ha aumentado así mismo la desconfianza, en el estado de Puebla y todo el país, ya que se ha evidenciado el hecho al dar a conocer una conversación el pasado 14 de febrero, a través de la difusión de una nota de Blanche Petrich en el periódico La Jornada y en la estación W radio en el programa “Hoy por hoy” de Carmen Aristegui, donde se dan a conocer una conversación entre Mario Marín Gobernador del Estado de Puebla y Kamel Nacif empresario mejor conocido como El Rey de la mezclilla, donde se escuchan con matices arrabaleros, propios de la gente mas vulgar, una platica que muestra la soberbia y prepotencia que caracteriza a quienes se sienten ricos y poderosos y que da cuenta sobre la complicidad entre el poderes económico y político para fraguar el destino de la periodista Lydia Cacho.

Si bien es cierto que es cuestionable y criticada la actividad del espionaje, no se ha dado una reforma legal, para efecto de que esta practica sea desterrada y se castigue a los responsables del ilícito de espiar e involucrarse en cuestiones personales.

Es evidente que la conversación telefónica daba cuenta de la detención de la escritora, en lo que algunos ubican como un virtual secuestro, cuando se dio el abuso de autoridad en el caso de la falta de claridad en la aplicación de procedimientos legales, para la detención en Cancún para que fuera trasladada a Puebla la periodista, noticia que si bien impacto a la opinión publica no tuvo la repercusión que en estos momentos se esta teniendo.

El silencio que se genero por parte del Gobierno del estado, después de la difusión de la conversación telefónica, deja ver una acción retardada para definir una estrategia de control de daños, que cuando quiso ser implementada fue errática, ya que el hecho fue minimizado y simplificado, rebajándolo al concepto de chisme o en el dicho “chismito” del Diputado Emilio Chuayfet Chemor coordinador de la bancada priista en la Cámara de Diputados, este actuar hizo que las repercusiones llegaran a nivel nacional e internacional.

Y es que cuando Mario Marín Torres sale a declarar había ya pasado un tiempo alrededor de 36 horas, transcurso en el cual su vocero había entrado en un laberinto, titubeando en decir si en realidad era o no la voz del funcionario aludido.

Los tropiezos que se dieron después para recobrar la credibilidad del gobernante en turno han sido desde el peregrinar por los medios de comunicación nacionales como fue Televisa y TV Azteca (donde por cierto no convenció a nadie), y una auto-marcha de apoyo en la que figuraron ciudadanos en su mayoría daban la impresión de que en su mayoría eran presionados, por que formaban parte de la burocracia estatal y de los municipios priistas afines, de los constructores del sexenio y de organizaciones sociales y sindicales oficialistas, que fue el detonante para que se fomente una sub-cultura de la aversión hacia los medios de comunicación que se sintetizaba en la consigna muchas veces coreada: “Televisa y La Jornada, se van a la chingada” que de mantenerse esa tendencia en los discursos crearía un clima de zozobra entre los trabajadores de los medios de comunicación.

El poder político siempre ha visto con incomodidad a los periodistas críticos lo cual ha orillado al poder legislativo a proponer una comisión legislativa para que se investiguen los hechos, por lo cual fue cread el grupo de trabajo denominado “Seguimiento a las Agresiones a Periodistas y Medios de Comunicación” presidida por la Diputada Beatriz Mojica Morga.

Han sido precisamente los medios en la actualidad quienes han evidenciado las practicas deshonestas de los personajes públicos, haciendo historia tenemos que recordar que fue el video de la matanza del vado de aguas blancas en el estado de Guerrero, una video-denuncia por el periodista Ricardo Rocha quien mostró al publico el ejercicio de poder de Rubén Figueroa y que ante la proyección de las imágenes repercute en su caída, de la misma manera ha sido Víctor Trujillo, en los programas “El Mañanero” y en “El Cristal con que se mira” donde se detonaron los video-escándalos y se conocieron las cifras millonarias que alcanzaron repercusiones políticas muy fuertes terminando con trayectorias políticas individuales y de grupo.

Lo sucedido en Puebla da pena ajena, pero como si eso fuera poco dicen las buenas conciencias, que esto es solo el principio, lo mejor esta por llegar, ya que como una bola de nieve que rueda puede va a ir creciendo poco a poco, pasando a traer a mas de uno.

*Consejero estatal PRD-Puebla