17 septiembre 2009

La norma estatutaria entre el dicho y el hecho*

"Las leyes demasiado benignas rara vez son obedecidas;
las demasiado severas, rara vez ejecutadas".
Benjamín Franklin

El Partido de la Revolución Democrática como todo partido político en México debería tener la obligación primordial de la formación política de sus militantes, todos los partidos en la letra manifiestan la importancia de la formación de sus militantes a través de un curso introductorio cuando ingresan al instituto político, pero tal situación es solo de dicho, pero no de hecho.

En el caso del Partido de la Revolución Democrática en sus documentos básicos en lo relativo los Estatutos, específicamente en el CAPÍTULO II. DE LOS MIEMBROS DEL PARTIDO Artículo 3º. El Ingreso al Partido en su numeral 1 menciona que Para ser miembro del Partido se requiere entre otros aspectos lo que dicen los incisos d y f:



d. Aceptar la plena vigencia de la Declaración de Principios, el Programa y el presente Estatuto, así como comprometerse a acatar como válidas las resoluciones del Partido;



f. Tomar un curso de formación política que incluya la historia y los documentos básicos del Partido. En los casos en que el interesado no pueda cumplir con este requisito por causas imputables al Partido, será considerado miembro a partir de los 90 días, contados desde el momento en que ingresó su solicitud y demostró haber cumplido con el resto de los requisitos.

En cuanto al inciso d)

Los aspectos anteriores implican una seria reflexión entre lo que se dice y lo que se hace, ya que la realidad es tan distinta a lo que se encuentra plasmado en los estatutos, ya que si bien los militantes en gran medida acatan de manera comprometida y seria los documentos básicos del PRD, al momento de definirse una resolución al interior del partido, esta no es acatada algunas de las veces, ya que se encuentran involucradas dos partes donde una de ellas no queda satisfecha por la resolución emitida, ya que prevalece de por medio más los acuerdos políticos que el respeto a la norma estatutaria.

Y es precisamente que la aplicación de de la norma interna solo quede en el papel al igual corre la misma suerte el respectivo Reglamento de Disciplina Interna, el cual pocos conocen y aun menos podrían aplicarlo sobre todo cuando algún tipo de resolución no les favorece, por la misma situación que se plantea anteriormente sobre la impresión de que el acuerdo prevalecerá sobre la aplicación de la norma.

Ante tal situación donde la palabra escrita algunas de las veces por no decir en gran parte sea tomada en cuenta y mucho menos respetada, será difícil en la refundación del partido dar a conocer la bondades de la renovación, ya que no habría la certeza suficiente para que a los militantes volvieran a recuperar la credibilidad ante el instituto político.

En cuanto al inciso f)

La falta de seriedad que tiene el partido en cuanto a cumplir este apartado implica no solamente a los nuevos militantes, sino también a quienes han formado parte de este desde sus inicios, la falta de conocimientos sobre la historia del partido, sobre su desarrollo y no se diga sobre sus documentos básicos.

Y no solo se trata de conocer la historia o los basamentos legales en que se sustenta el partido, la formación no solo debe de partir de un curso introductorio que nos aporte los elementos básicos de la institución partidaria.

La formación política debe de desplegarse en ámbitos diversos de la defensa legal y de aspectos como poder, movilización y liderazgo, de la misma manera esta formación debe ser de manera, sistemática, permanente, pero sobre todo actualizada.

Propuesta

De alguna manera hay claridad que mientras no se respete la norma estatutaria, esta será avasallada en la mayoría de las veces por los acuerdos, que si bien es cierto para la resolución de conflictos irreconciliables son más prácticos, esto con el tiempo conlleva un desgaste natural de la institucionalidad, pero sobre todo una falta de credibilidad para con la sociedad.

Es evidente que las carencias que tiene el partido para llevar la tarea de formación política implica un esfuerzo loable de la base militante, ya que como se ha mencionado la falta de claridad en asuntos nodales del partido, pero sobre todo los tipos de resoluciones que se asuman, algunas de las veces implica una seria falta de respeto a la norma estatutaria, ya que no se puede formar políticamente al ciudadano cuando se le enseña en el papel de una manera y en los hechos se actúa de otra forma.

De alguna manera se tiene que subsanar el hecho de la formación política de la base militante del PRD se tendrá que hacer acopio de todos los esfuerzos unitarios tanto de antiguos como nuevos militantes, para que la formación se convierta en una realidad.

Para ello harán falta recursos materiales, pero sobre todo de carácter humano, que decida impulsar tal actividad.

Antes que se diera tal hecho tendría que pensarse inicialmente en la creación de una Escuela de cuadros, por ámbito territorial inicialmente en los estados para que estos se encargaran de su respectiva área geográfica.

La formalización de un grupo inicial de formadores en todas las áreas relacionadas al partido y a la sociedad, como se remarcaba anteriormente, no se trata solo de conocer la historia y los estatutos, sino, de dotar al militante de elementos que sean aprovechables para su formación y crecimiento personal.

Más que los contenidos ya sabidos acerca de la historia y desarrollo del partido, lo que tendría que incluirse en el curso de formación política son aspectos esenciales como: resolución de conflictos, definición de perfiles, gestoría, bases del poder, movilización y liderazgo y en la parte relativa a los aspectos éticos, y en la parte axiológica, fomentando sobre todo valores como honestidad y respeto que nos hacen tanta falta en momentos como este de crisis e incertidumbre por los que atraviesa la nación mexicana.

Tecamachalco, Pue.
La región del nuevo siglo
Septiembre/2009

*ponencia presentada al Foro organizado por la Comisión para la Refundación del Partido de la Revolución Democrática, realizado el día 14 de septiembre de 2009 en el Hotel Best Western, Puebla, Pue.