12 septiembre 2005

D.F.-MEX. 1985, N.O.-U.S.A. 2005

José Luis Quiroz Campos*

Produce una inmensa tristeza pensar que la naturaleza habla
mientras el género humano no escucha
”.
Víctor Hugo

La vulnerabilidad en la que se encuentra el ser humano ante cualquier tipo de contingencia, implica la delicada situación de indefensión en el que se sitúa en el entorno natural, ni las naciones totalmente desarrolladas han podido prevenir en un primer momento o revertir ya ocurridos los efectos de los desastres naturales sean estos: tsunamis, terremotos, huracanes y maremotos, de tal magnitud que difícilmente, se pueden entender tales situaciones hasta que sucede el hecho.

Para muestra se encuentran dos urbes a través de la distancia y del tiempo:

Distrito Federal, México. 1985: sacudido por un terremoto de “dos minutos y medio, 8.1 grados en la escala de Richter, en la escala de la furia de la tierra y de la destrucción y de la tolerancia del dolor humano” (AQUEL 19 de septiembre de 1985, nota periodística, Carlos Maldonado, sitio de internet de Once noticias, jueves 19 de septiembre de 2002) en el territorio sagrado donde se asentó la ruta de Aztlan en lo que fue la gran Tenochtitlan, donde floreció la mas importante de las culturas mexicanas antiguas, la región mas transparente del aire como alguna vez fuera calificada, el centro de la republica, sede de los poderes federales, el corazón de la patria, histórico lugar donde han florecido las bellas artes, la ciudad de los palacios, la tierra de la inmigración interna hasta hace algunos años y que cambio por siempre el entorno y las relaciones sociales.

Nueva Orleáns, Estados Unidos. 2005: huracán Katrina, clasificado por los medios de comunicación con categoría 4 y vientos sostenidos que llegaban a los 240 kilómetros por hora, de que ha dejado de muerte herida a “la capital del Sur Profundo; el territorio cultural donde nacieron el blues, el jazz y los amados libros de Mark Twain (La cabaña del tío Tom, Las aventuras de Tom Sawyer), William Faulkner (Luz de agosto, Las palmeras salvajes), Carson McCullers (El corazón es un cazador solitario, Frankie y la boda, La balada del café triste) y Erskine Caldwell (El camino del tabaco), así como las obras de teatro de Tennessee Williams (Un tranvía llamado deseo, Una gata sobre el tejado caliente), por hablar solamente de autores emblemáticos de aquella región” (YOKNAPATAWPHA bajo el agua, columna Desfiladero, Jaime Aviles, La Jornada en internet, sábado 10 de septiembre de 2005) que se ha convertido en un enorme pueblo fantasma, que tardara en recobrar su alma y colorido.

Pero ante todo debe de prevalecer la idea que el ser social es vulnerable ante cualquier contingencia, debe de nacer la preocupación por promover y afinar los procesos multiplicadores de la educación en el área de protección civil, por que, sabiendo lo importante de la participación social estaríamos previniendo el actuar en casos de desastres.

Los esfuerzos que se realicen para efecto de enseñanza, prevención, o de mitigación, nunca serán menos o mas si no están encaminados a fomentar la cultura de protección civil empezando por cuidar de uno mismo y cuidar de los demás.

Por ello radica la importancia del evento denominado Simposio Internacional de Protección Civil auspiciado por la Dirección de Protección Civil de la UNAM (Universidad Nacional Autónoma de México) y la Coordinación General de Protección Civil de la SEGOB (Secretaria de Gobernación) del gobierno federal, que se efectuara en el marco de las actividades a veinte años de los sismos ocurridos en 1985, que se llevará acabo los días 21, 22 y 23 de septiembre del año en curso en Ciudad Universitaria.

Cuyo objetivo es reunir a investigadores, especialistas, técnicos, operativos, y expertos que están vinculados a la Protección Civil para intercambiar experiencias en aspectos de investigación, métodos de operatividad, vulnerabilidad y desastre.

Y es dirigido a los investigadores, profesores, estudiantes, responsables de protección civil en cualquier nivel de gobierno u organismo social, técnicos y operativos en casos de desastres, sectores privado y social.

Donde se desarrollaran algunas de las siguientes conferencias: La Protección Civil en España, Investigación sobre tsunamis, Educación Ambiental, La investigación sísmica en México, Protección Civil en la UNAM, Experiencias de Protección Civil en Instituciones de Educación Superior, Atención psicológica en desastres.

A la par se impartirán los siguientes talleres: Bomberos, Primeros Auxilios, Psicología, Manejo de Masas, Los medios y la Protección Civil, La participación de los voluntarios en la Protección Civil, Protección Civil para Escuela Nacional Preparatoria y Colegio de Ciencias y Humanidades entre otros, para mayores informes se encuentran los siguientes correos:
simposio@dgsg.unam.mx y ecarral@segob.gob.mx

La importancia de eventos para la prevención de desastres debe de ser del interés común, ya sea difundiéndolo, ya sea asistiendo, ya sea promoviendo la enseñanza de la protección civil y remarcando su importancia para enfrentar en cualquier momento hechos lamentables.

Ayer como hoy en las desgracias sufridas por la población ante la contingencia de fenómenos naturales difíciles de evitar, muestran la cara del México y de Estados Unidos de su ser social profundo, el de las desigualdades, el de la latente inconformidad por la condiciones de vida, que generan un cambio radical en cuanto a la apreciación de lo que se ha vivido, de ahí que nazca el germen de una nueva sociedad, de ciudadanos mas concientes, también nos damos cuenta que los gobernantes en turno como seres humanos, también damnificados, muestran su capacidad de reacción que puede ser de involucramiento y participación o de indolencia e ineptitud.

Los reclamos ciudadanos, provocados por los desastres naturales, tendrán que aceptarse por los gobierno en turno, ya sea señalando los errores para aplicar políticas de prevención de desastres, de estudios técnicos o sociales de fenómenos naturales o de reacción inmediata ante contingencias ambientales, de lo contrario serán rebasados, tal como paso en el Distrito Federal, que a partir del sismo de 1985 tuvieron que recurrir a la organización entre vecinos y teniendo una actitud de cooperación, para sortear las dificultades, que se presentaban ante un hecho que cambiaria por completo sus vidas, y que forjarían dos hechos fundamentales, a partir de la tragedia: la acción de la solidaridad y la movilización de la sociedad civil, que se fue permeando en los años siguientes, hizo del capitalino un ser social mas critico y se reflejo en las elecciones presidenciales de 1988 con un voto de castigo.

*Consejero Estatal del PRD-Puebla