“El único deber que tenemos con la historia es rescribirla.”
Oscar Wilde
Continuando con este interesante secuencia de hechos históricos, proporcionados por la Lic. Guadalupe Cuamatzi, en esta segunda parte abordaremos de que manera se vivieron las fiestas patrias del mes de septiembre en Tecamachalco del centenario de la independencia de ese entonces, y de los sucesos que se desencadenarían era evidente y se manifestaba el rechazo ciudadano después de la elecciones fraudulentas realizadas en junio de 1910 para tener asegurada la permanencia del porfirismo y de que manera se hostigaba y terminaba encarcelando a los simpatizantes maderistas.
“En este ambiente llego el mes de septiembre y las fiestas del Centenario de la Independencia. Se rumoraba que la oposición fomentaría el desorden durante los festejos y en parte por ello, las fiestas resultaron pobres en estilo y asistencia en todo el estado.
En Tecamachalco durante la noche del 15 de septiembre de 1910 alrededor de 40 ciudadanos gritaron vivas a Madero durante la ceremonia del grito de independencia y después lo hicieron por algunas de las calles de Tecamachalco. Los días siguientes a los festejos del 15 y 16 de septiembre fueron de miedo y zozobra para la población. Del 17 al 22 de septiembre se arrestaron diariamente personas sospechosas de ser simpatizantes maderistas y de haber participado en los hechos del 15 de septiembre. Se consignaban oficialmente bajo los cargos de ebriedad o de escándalo público y se les retenía durante varios días incomunicados para interrogarlos. Al final de esta semana las autoridades enviaron a Quintana Roo para realizar trabajos forzados a 10 ciudadanos a los que, de entre todos los aprehendidos, se identifico como los promotores de lo ocurrido el 15 de septiembre. Este grupo de simpatizantes maderistas conformado por sastres, carpinteros, comerciantes, un empleado público y el sacristán de la iglesia no tuvo proceso penal alguno pues no había delitos que imputarles pero se les envió a Quintana Roo en calidad de reclutados, aunque 8 de ellos no alcanzaba aun la edad requerida para el reclutamiento militar que era de 21 años. Este acto que consterno a la población de Tecamachalco se ejecuto de igual forma en otros lugares del estado, solo en Atlixco había 80 obreros aprehendidos y en la ciudad de Puebla fue grande el número de presos después de ese 15 de septiembre. Los maderistas más radicales se convencieron de que no se podía seguir esperando a que el régimen respetara los derechos de los ciudadanos y de una mera participación en una campaña electoral, el maderismo poblano se convirtió en toda una rebelión armada encabezada por Aquiles Serdán
Después de los hechos ocurridos el 18 de noviembre en Puebla en la casa de Aquiles Serdán, la caída del gobernador Mucio Martínez era cuestión de tiempo.
Por todo el estado se multiplicaron los grupos que lanzaban ataques contra los guardias rurales, las Jefaturas políticas y las comandancias militares, y aunque se trato de minimizar la situación los hechos se reprodujeron por todo el país. En febrero de 1911 el general Porfirio Díaz pidió la renuncia al general Mucio Martínez como gobernador de Puebla con lo cual intentaba contener el descontento en el estado pero era demasiado tarde, el estallido social ya era incontrolable. En la sierra norte, en la mixteca, en la región limítrofe con el estado de Morelos, en el Valle de Tehuacan y en las zonas fronterizas con el estado de Veracruz los grupos de revolucionarios actuaban cada vez con más gente y para finales de abril de 1911 en que Tecamachalco fue tomado por la tropa revolucionaria al mando de Roberto Ramos Recio, representantes del gobierno de Porfirio Díaz ya habían entablado platicas con el representantes de Madero para instalar las mesas de negociación de ciudad Juárez que se llevaron a cabo en mayo: finalmente el régimen comenzaba a ceder.
En mayo, después de la renuncia de Porfirio Díaz a la presidencia de la república y su partida a Europa, el fin del movimiento armado aun estaba lejos de llegar. El reacomodo de los círculos de poder dejo fuera, en la mayor parte de las veces, a los iniciadores del movimiento político y armado, lo cual produjo fricciones y un periodo de varios años de reacomodo político. En Tecamachalco la insurgencia maderista destituyo al Jefe político que había dejado nombrado el general Mucio Martínez y nombro en su lugar al abogado Agapito Guarneros quien era miembro del cabildo y había apoyado a los maderistas en los momentos más difíciles. Pero al poco tiempo el nuevo gobernador destituyo a Guarneros y nombro a un cacique local y compadre del ex gobernador Martínez llamado Ismael Castro. La impopularidad de Castro hizo que 200 ciudadanos de Tecamachalco viajaran a Puebla para pedir al gobernador que lo despidiera pero este no hizo caso sino hasta noviembre de ese año en que fue destituido, pero su reemplazo Miguel Montero Águila estuvo siempre bajo su control. Los años 1912, 1913 y 1914 fueron todavía convulsionados para Tecamachalco. Grupos de carrancistas, obregonistas y zapatistas actuaron en la región, aunque fueron los zapatistas los que contaban con mayor número de adeptos y volvieron a tomar Tecamachalco en 1914.
De tal manera queda remarcar que entre las personas de Tecamachalco que enviaron a trabajos forzados en Quintana Roo por manifestarse como simpatizantes de la cauda maderista se encuentran los siguientes:
Francisco Téllez, campesino.
Aurelio Palacios, comerciante.
Adelaido Ovando, sacristán de la parroquia.
Aurelio Domínguez, trabajaba como ordenanza en los juzgados de paz.
Gaudencio García, carpintero.
Salvador Flores, carpintero.
Ramiro Ramírez, sastre.
David Zamora, sastre.
Gustavo Orea, -------.
Manuel Arroyo, sastre.
La historia se tiene que reordenar, se tiene que reescribir como dijera Wilde no tan solo como un reconocimiento, sino como un deber, de tal manera que demos el lugar preponderante que corresponde a los ciudadanos tecamachalquenses que en su momento se enfrentaron con dignidad a un régimen opresor
Es por ello que de manera conjunta Javier Rodríguez Andrade Director general de Radio TK y quien esto escribe, invitaremos a la Lic. Guadalupe Cuamatzi para que realicemos una iniciativa ciudadana al cabildo a través del C. Pedro Bernardino Rodríguez Rosas Regidor de Ecología, Parques y Jardines, la C. Lilia Arminda García Escobar Regidora de Educación Pública y Actividades Culturales, Deportivas y Sociales y/o al C. René Rivera Román Regidor Nomenclatura Y Panteones para efecto de que reconozca a estos ciudadanos tecamachalquenses honrándolos con un día en su memoria, inscribir con letras en oro en el cabildo sus nombres y/o otorgándoles un nombre de manera conjunta o personal a una de las calles de Tecamachalco.
Oscar Wilde
Continuando con este interesante secuencia de hechos históricos, proporcionados por la Lic. Guadalupe Cuamatzi, en esta segunda parte abordaremos de que manera se vivieron las fiestas patrias del mes de septiembre en Tecamachalco del centenario de la independencia de ese entonces, y de los sucesos que se desencadenarían era evidente y se manifestaba el rechazo ciudadano después de la elecciones fraudulentas realizadas en junio de 1910 para tener asegurada la permanencia del porfirismo y de que manera se hostigaba y terminaba encarcelando a los simpatizantes maderistas.
“En este ambiente llego el mes de septiembre y las fiestas del Centenario de la Independencia. Se rumoraba que la oposición fomentaría el desorden durante los festejos y en parte por ello, las fiestas resultaron pobres en estilo y asistencia en todo el estado.
En Tecamachalco durante la noche del 15 de septiembre de 1910 alrededor de 40 ciudadanos gritaron vivas a Madero durante la ceremonia del grito de independencia y después lo hicieron por algunas de las calles de Tecamachalco. Los días siguientes a los festejos del 15 y 16 de septiembre fueron de miedo y zozobra para la población. Del 17 al 22 de septiembre se arrestaron diariamente personas sospechosas de ser simpatizantes maderistas y de haber participado en los hechos del 15 de septiembre. Se consignaban oficialmente bajo los cargos de ebriedad o de escándalo público y se les retenía durante varios días incomunicados para interrogarlos. Al final de esta semana las autoridades enviaron a Quintana Roo para realizar trabajos forzados a 10 ciudadanos a los que, de entre todos los aprehendidos, se identifico como los promotores de lo ocurrido el 15 de septiembre. Este grupo de simpatizantes maderistas conformado por sastres, carpinteros, comerciantes, un empleado público y el sacristán de la iglesia no tuvo proceso penal alguno pues no había delitos que imputarles pero se les envió a Quintana Roo en calidad de reclutados, aunque 8 de ellos no alcanzaba aun la edad requerida para el reclutamiento militar que era de 21 años. Este acto que consterno a la población de Tecamachalco se ejecuto de igual forma en otros lugares del estado, solo en Atlixco había 80 obreros aprehendidos y en la ciudad de Puebla fue grande el número de presos después de ese 15 de septiembre. Los maderistas más radicales se convencieron de que no se podía seguir esperando a que el régimen respetara los derechos de los ciudadanos y de una mera participación en una campaña electoral, el maderismo poblano se convirtió en toda una rebelión armada encabezada por Aquiles Serdán
Después de los hechos ocurridos el 18 de noviembre en Puebla en la casa de Aquiles Serdán, la caída del gobernador Mucio Martínez era cuestión de tiempo.
Por todo el estado se multiplicaron los grupos que lanzaban ataques contra los guardias rurales, las Jefaturas políticas y las comandancias militares, y aunque se trato de minimizar la situación los hechos se reprodujeron por todo el país. En febrero de 1911 el general Porfirio Díaz pidió la renuncia al general Mucio Martínez como gobernador de Puebla con lo cual intentaba contener el descontento en el estado pero era demasiado tarde, el estallido social ya era incontrolable. En la sierra norte, en la mixteca, en la región limítrofe con el estado de Morelos, en el Valle de Tehuacan y en las zonas fronterizas con el estado de Veracruz los grupos de revolucionarios actuaban cada vez con más gente y para finales de abril de 1911 en que Tecamachalco fue tomado por la tropa revolucionaria al mando de Roberto Ramos Recio, representantes del gobierno de Porfirio Díaz ya habían entablado platicas con el representantes de Madero para instalar las mesas de negociación de ciudad Juárez que se llevaron a cabo en mayo: finalmente el régimen comenzaba a ceder.
En mayo, después de la renuncia de Porfirio Díaz a la presidencia de la república y su partida a Europa, el fin del movimiento armado aun estaba lejos de llegar. El reacomodo de los círculos de poder dejo fuera, en la mayor parte de las veces, a los iniciadores del movimiento político y armado, lo cual produjo fricciones y un periodo de varios años de reacomodo político. En Tecamachalco la insurgencia maderista destituyo al Jefe político que había dejado nombrado el general Mucio Martínez y nombro en su lugar al abogado Agapito Guarneros quien era miembro del cabildo y había apoyado a los maderistas en los momentos más difíciles. Pero al poco tiempo el nuevo gobernador destituyo a Guarneros y nombro a un cacique local y compadre del ex gobernador Martínez llamado Ismael Castro. La impopularidad de Castro hizo que 200 ciudadanos de Tecamachalco viajaran a Puebla para pedir al gobernador que lo despidiera pero este no hizo caso sino hasta noviembre de ese año en que fue destituido, pero su reemplazo Miguel Montero Águila estuvo siempre bajo su control. Los años 1912, 1913 y 1914 fueron todavía convulsionados para Tecamachalco. Grupos de carrancistas, obregonistas y zapatistas actuaron en la región, aunque fueron los zapatistas los que contaban con mayor número de adeptos y volvieron a tomar Tecamachalco en 1914.
De tal manera queda remarcar que entre las personas de Tecamachalco que enviaron a trabajos forzados en Quintana Roo por manifestarse como simpatizantes de la cauda maderista se encuentran los siguientes:
Francisco Téllez, campesino.
Aurelio Palacios, comerciante.
Adelaido Ovando, sacristán de la parroquia.
Aurelio Domínguez, trabajaba como ordenanza en los juzgados de paz.
Gaudencio García, carpintero.
Salvador Flores, carpintero.
Ramiro Ramírez, sastre.
David Zamora, sastre.
Gustavo Orea, -------.
Manuel Arroyo, sastre.
La historia se tiene que reordenar, se tiene que reescribir como dijera Wilde no tan solo como un reconocimiento, sino como un deber, de tal manera que demos el lugar preponderante que corresponde a los ciudadanos tecamachalquenses que en su momento se enfrentaron con dignidad a un régimen opresor
Es por ello que de manera conjunta Javier Rodríguez Andrade Director general de Radio TK y quien esto escribe, invitaremos a la Lic. Guadalupe Cuamatzi para que realicemos una iniciativa ciudadana al cabildo a través del C. Pedro Bernardino Rodríguez Rosas Regidor de Ecología, Parques y Jardines, la C. Lilia Arminda García Escobar Regidora de Educación Pública y Actividades Culturales, Deportivas y Sociales y/o al C. René Rivera Román Regidor Nomenclatura Y Panteones para efecto de que reconozca a estos ciudadanos tecamachalquenses honrándolos con un día en su memoria, inscribir con letras en oro en el cabildo sus nombres y/o otorgándoles un nombre de manera conjunta o personal a una de las calles de Tecamachalco.
