04 julio 2005

Hacer de un lado el fuego, sacar la palabra

José Luis Quiroz Campos

Un cálido abrazo a la familia Zamora Campos
que atraviesa un difícil momento

La palabra es el arma de los humanos
para aproximarse unos a otros
”.
Ana María Matute


1994 marca la irrupción en México de una iniciativa social innovadora que toma las armas llamando la atención nacional e internacional por proyectarse en un país donde se daba cuenta al mundo de que el estado de derecho no era respetado, por la falta de aplicación de los derechos civiles y sociales.

Y la lucha genuina del Ejercito Zapatista de Liberación Nacional al principio, tardo en entenderse e interpretarse, por que representaba una idea genuina de liberación, justicia, y democracia donde se demandaba le fueran otorgado los derechos sociales a los excluidos de siempre, es decir la población indígena.

De nueva cuenta a finales de junio y principios de julio de este 2005, el comunicado que emitía el Comité Clandestino Revolucionario Indígena-Comandancia General del EZLN, nos reventaba en la memoria la situación que sigue vigente el estado de excepción que vive el estado de Chiapas, y es que ya se había hecho tan cotidiana y que habíamos tomado como un entorno natural.

Algunas señales, se habían dado ya desde enero del año pasado la conmemoración de los 10 y 20 años de la primera Declaración de la Selva Lacandona y la conformación del EZLN que denominaron Entre el fuego y la palabra era una parte sustancial del devenir de los tiempos, donde se planteaban las experiencias de las iniciativas de organización administrativas como lo demostraron Los Caracoles y Las Juntas de Buen Gobierno en territorio zapatista.

Tendríamos que remontarnos a la esencia de todas y cada una de las declaraciones emitidas en el transcurso de estos mas de 10 años que tiene de vida el conflicto chiapaneco y retomar los aspectos básicos y centrales de todas y cada una de las seis declaraciones de la selva lacandona.

En la primera, hacen un recordatorio histórico al situarnos la lucha de clases y el haztargo de los oprimidos que como bandera de lucha retomaban el YA BASTA, donde se apelaba a la implantación de normas internacionales de conflagración bélica, pero sobre todo hacia un llamamiento para avanzar hacia la capital y derrocar al gobierno que se identificaba como usurpador y dictador.

En la segunda, hacen un llamado a la “prórroga unilateral del cese al fuego ofensivo” y en contra de los Fallidos poderes de la unión, solicitando también instauración de un gobierno democrático, así mismo el llamamiento a una salida política y que dio paso a la Convención Nacional Democrática.

En la tercera, realizan un llamamiento con las siguientes palabras “Nuestra lucha es nacional, ¡para todos todo, nada para nosotros!, por todos los medios, en todos los niveles y en todas partes“por la democracia, la libertad y la justicia, formación de un “Movimiento para la Liberación Nacional”.

En la cuarta, lanza la convocatoria para la conformación del “Frente Zapatista de Liberación Nacional”.

En la Quinta, promueve que se de el “Reconocimiento de los derechos de los pueblos indios y por el fin de la guerra de exterminio”, a través de una “Consulta nacional sobre la iniciativa de ley indígena de la comisión de concordia y pacificación y por el fin de la guerra de exterminio”.

En la Sexta, de alguna forma es una síntesis de todo lo anterior, en dos planos el internacional donde plantea lo siguiente: “1.- Haremos más relaciones de respeto y apoyos mutuos con personas y organizaciones que resisten y luchan contra el neoliberalismo y por la humanidad. 2.- En la medida de nuestras posibilidades mandaremos apoyos materiales como alimentos y artesanías para los hermanos y hermanas que luchan en todo el mundo. Y 3.- Y a todos y todas que resisten en todo el mundo les decimos que hay que hacer otros encuentros intercontinentales”, y en el nacional plantea que “1.- Vamos a seguir luchando por los pueblos indios de México, pero ya no sólo por ellos ni sólo con ellos, sino que por todos los explotados y desposeídos de México, 2.- Vamos a ir a escuchar y hablar directamente, sin intermediarios ni mediaciones, con la gente sencilla y humilde del pueblo mexicano, 3.- Vamos a tratar de construir o reconstruir otra forma de hacer política, una que otra vuelta tenga el espíritu de servir a los demás, sin intereses materiales, con sacrificio, con dedicación, con honestidad, que cumpla la palabra, 4.- También vamos a ir viendo de levantar una lucha para demandar que hacemos una nueva Constitución, o sea nuevas leyes que tomen en cuenta las demandas del pueblo mexicano”; y para llevar a cabo esta parte se plantea conformar una delegación que se encargue de recorrer el territorio nacional y establezca una política amplia de alianzas que se incluyente y se encuentren dentro de la geometría ideológica de la izquierda ya sen estas personas y organizaciones sociales hablan de recuperar la mística de la militancia, donde la lucha social sea la consecución de los derechos sociales, para todos los mexicanos.
Es por ello que la iniciativa del EZLN de dejar de manera definitiva las armas e incorporarse al sistema político mexicano da cuenta que fue un ejercito que privilegio el dialogo a través de la palabra, haciendo a un lado el fuego.